Karina, la icónica cantante y representante de España en Eurovisión 1971, ha sido una de las sorpresas más gratas de la octava edición de 'GH VIP'. Su participación en el programa ha estado marcada por momentos emocionales y desveladores, como cuando se le pidió dibujar la curva de su vida. En ese instante, la concursante más veterana se desmoronó al recordar a sus padres, quienes ya no están, y al ver fotografías de sus hijas en su infancia y en sus bodas.
Sin embargo, uno de los momentos más conmovedores llegó a través de un dulce mensaje de su hija, Azahara, quien elogió públicamente a su madre por su desempeño en el concurso. En un emotivo audio, Azahara expresó su admiración y cariño, diciendo que su madre era "encantadora" y que la llenaba de orgullo. Además, desveló que sus dos hijos seguían de cerca la participación de Karina en el programa, lo que conmovió también a los espectadores y al presentador Carlos Díaz.
Karina no pudo evitar emocionarse aún más al recordar a su hija pequeña, Rocío, y compartió la razón fundamental que la llevó a aceptar el desafío de participar en el reality: la salud de su nieta Ana. La pequeña Ana padece una enfermedad rara de origen desconocido que afecta sus niveles de glucosa y requiere hospitalización en ocasiones. Karina expresó su anhelo de estar en el programa para poder ayudar a su hija en la búsqueda de los mejores médicos para la salud de su nieta.
A pesar de las dificultades personales a las que hace frente, Karina ha hallado la felicidad en su experiencia en ‘GH VIP’. La cantante se siente querida no solo por sus compañeros de casa, sino también por el equipo de producción y la audiencia, que la aplaude y ríe en cada uno de los directos. Su carisma y emotividad la han convertido en una de las concursantes más queridas y entrañables de esta edición del programa.